A Jorge M. Taverna Irigoyen por la confianza, por la nobleza, por la amistad.

Órden del libro.

Presentación
Palabras bautismales.
Destierro a la esperanza.

De cómo fue que la sangre aventurera de los hijos de Castilla hacinábase en los puertos presta a embarcar con rumbo a lo desconocido, en las postrimerías del año 1493.
Sacrificio.
Canto de sombra por los duros presagios que preocupan el rostro de nuestro muy amado Moctezuma Señor de los aztecas.
Presagio.
Canto de sombra por los duros presagios que preocupan el rostro de nuestro muy amado Moctezuma Señor de los aztecas.
Un miedo inexorable.
De cómo fue que el miedo hacía presa del espíritu de los navegantes mientras cruzaban el océano en la oscura bodega de los barcos que los conducían a un continente desconocido.
Quetzalcoatl.
Canto de luz por el retorno del Gran Dios Quetzalcoatl en extraños navíos a la orilla del mar de los aztecas.
Doncellas para el trueno.
De cómo fue que los caciques de Tabasco ofrendaron doncellas para servicio y deleite de los dioses en estos territorios olvidados del ojo del Señor mientras transcurría la primavera de 1519.
Malintzín.
Canto de sombra por la princesa Malintzín que traicionó a su raza a cambio de un puñado de caricias.
Navíos al crepúsculo.
De cómo fue que el Eximo. Señor Fernando Cortés de Monroy evitó que los hombres desertaran de su lado y regresaran a Cuba luego de la fundación de Veracruz.
Viento.
Canto de sombra por el silencio de los Protectores ante el paso del viento.
La ciudad en el lago.
De cómo fue que las pupilas españolas se enfrentaron por vez primera con la ciudad mayor de los aztecas a las orillas del lago Texcoco el 8 de noviembre de 1519.
Hombres.
Canto de luz por las zarpas desnudas de la muerte que hurga en los atavíos de metales hasta encontrar la sangre.
A través de la estirpe.
De cómo fue que Moctezuma, emperador de Méjico, tuvo sueños premonitorios que auguraban el fin para su pueblo en tiempos del regreso del gran dios Quetzalcoatl.
Guijarros impacientes.
De cómo fue que Moctezuma, herido a pedradas por sus súbditos negóse a recibir alimentos hasta fallecer en su palacio mejicano el 30 de junio de 1520.
Guerreros.
Canto de luz por los poderosos guerreros que cosechan corolas palpitantes para el hambre del fuego.
Crímenes en la noche.
De cómo fue que los soldados españoles se vieron obligados a evacuar la ciudad de Méjico siendo perseguidos, capturados y masacrados por los naturales en la lluviosa noche del 30 de junio de 1520.
Tiempo.
Canto de luz por los hombres sagrados que entienden el idioma del tiempo y los eclipses.
La cuna del misterio.
De cómo fue de penosa la marcha a través de la selva hacia las ricas ciudadelas y los incontables peligros que acechaban a los hombres en la península de Yucatán.
Obsidiana.
Canto de luz por los altivos sacerdotes que interpretan a fuerza de obsidiana las descarnadas voces de los coágulos.
Silencio en los cenotes.
De cómo fue que los salvajes tenían por costumbre pintar de azul el cuerpo desnudo de sus prisioneros para arrojarlos con vida a la hondura de sus pozos o cenotes.
Orfebres.
Canto de luz por los modestos artesanos que amalgaman las lágrimas del oro en el advenimiento de las máscaras.
Un reino minucioso.
De cómo fue que con la ayuda de Dios el Capitán Francisco de Pizarro emprendió la subida de los Andes a la cabeza de su fuerza en busca del tesoro de los incas.
Maíz.
Canto de luz por los altos labriegos que tributan plegarias y sudores a la antigua memoria del maíz.
Colmillos clandestinos.
De cómo fue que el sacrificio, las privaciones y los padecimientos endurecieron el alma de los soldados españoles forjando lo intrépido y osado de su temperamento.
Bolsas.
Canto de luz por los Benefactores que despliegan sus duras estrategias para ocultar vestigios de los hombres a los ojos del viento.
Región de ventisqueros.
De cómo fue que después de sangrientas luchas, penosas marchas, climas adversos y hambre el Adelantado Don Diego de Almagro comprueba que los territorios que le adjudicara la corona no guardaban mayores riquezas.
Turbas.
Canto de sombra por la complicidad con que los dioses ignoraron los ruegos de los Hijos del Sol.
En el nombre del Padre.
De cómo fue que los hombres de la Iglesia debieron doblegar la voluntad de los naturales para cumplir con su misión evangelizadora y salvarles de credos y costumbres paganas.
Castigo.
Canto de luz por nuestro Señor Wiracocha (Poder sobre las sombras, Padre de las estrellas, Hacedor de los Cóndores) para que nos libere del viento y su avaricia.
Cuando la sombra acecha.
De cómo fue que Huáscar, hijo de Huayna Capac, hermano y cautivo de Atahualpa, presiente llegada su hora en la prisión de Cajamarca, en el Año del Señor de 1531.
Dinastía.
Canto de sombra por los guerreros muertos defendiendo la estirpe de los reyes Yupanquis.
Caxamarca.
Canto de sombra por los jóvenes príncipes que ahogaron con su sangre las piedras emboscadas.
Muro.
Canto de sombra por la ardiente vergüenza del Príncipe Atahualpa aguardando su muerte en lo alto del silencio.
Todo nace a la muerte.
De cómo fue sometido Atahualpa el rey de los incas a consejo de guerra, sentenciado de muerte, bautizado y estrangulado en la prisión de Cajamarca el 29 de agosto de 1533.
Vísceras.
Canto de luz por las vísceras sangrantes con que los enemigos delatan sus traiciones en cualquier callejuela.
A golpe de puñales.
De cómo fue estrangulado en prisión Don Diego de Almagro por orden de los hermanos de Pizarro y luego trasladado su cadáver a la plaza de Cuzco para que el verdugo le cortase la cabeza el 8 de julio de 1538.
Desde el odio insumiso.
De cómo fue asaltado, herido y rematado Don Francisco Pizarro a mano de un grupo de conjurados partidarios de Almagro en su palacio de Lima el 26 de junio de 1541.
Ciudadela.
Canto de luz por las bellas ciudades ocultas a los ojos de los conquistadores entre el altivo mar de cordilleras.
El viento no se rinde.
De cómo fue que la insaciable codicia de los hombres y su sed de aventuras continuó estimulándolos en la búsqueda de nuevas riquezas y conduciéndolos hacia los confines del mundo.
Raíces.
Canto de luz por los guerreros guaraníes que se hicieron raíces cortezas espesura defendiendo los hondos secretos de la selva.
Hijos.
Canto de sombra por la raza de expósitos nacida a la heredad de los repudios desde gemidos de úteros violados.
Apenas una lágrima.

No hay comentarios:

Música

Acerca de la autora

Acerca de la autora
Exconvento de los Siete Principes - Casa de la Cultura Oaxaqueña (México) 2004

Biobibliografía

Norma Segades Manias, Santa Fe, Argentina, 1945. Ha escrito *Más allá de las máscaras *El vuelo inhabitado *Mi voz a la deriva *Tiempo de duendes *El amor sin mordazas *Crónica de las huellas *Un muelle en la nostalgia *A espaldas del silencio *Desde otras voces *La memoria encendida * A solas con la sombra *Bitácora del viento *Historias para Tiago y *Pese a todo (CD) En 1999 la Fundación Reconocimiento, inspirada en la trayectoria de la Dra. Alicia Moreau de Justo, le otorgó diploma y medalla nombrándola Alicia por “su actitud de vida” y el Instituto Argentino de la Excelencia (IADE) le hizo entrega del Primer Premio Nacional a la Excelencia Humana por “su meritorio aporte a la cultura”. En el año 2005 fue nombrada Ciudadana Santafesina Destacada por el Honorable Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe “por su talentoso y valioso aporte al arte literario y periodismo cultural y por sus notables antecedentes como escritora en el ámbito local, nacional e internacional”. En 2007 el Poder Ejecutivo Municipal estimó oportuno "reconocer su labor literaria como relevante aporte a la cultura de la ciudad".