A Jorge M. Taverna Irigoyen por la confianza, por la nobleza, por la amistad.

Raíces.

Canto de luz por los guerreros guaraníes que se hicieron raíces cortezas espesura defendiendo los hondos secretos de la selva.

¿Qué cautela homicida acontece en las ramas?
¿Quién presagia racimos de asombros degollados abiertos al olvido bajo hiedras espesas?
¿Qué sigilo de puma merodea follajes?
¿Quién vigila los pasos del invasor perdido en las matas hostiles de espinas desveladas
persiguiendo leyendas máscaras deslumbrantes ciudadelas secretas
monumentos fundados por los dioses antiguos cuando el tiempo tenía la edad de los peñascos?
Sólo sucede el río.
Largas lenguas rugientes deshabitando el cauce sobre un abismo ciego.
Sólo sucede el agua.
Sólo el agua cayendo a las duras gargantas
celebrando neblinas orquídeas mariposas crepúsculos violetas.
Sólo sucede el polen oficiando liturgias de incesantes helechos
de herméticas techumbres de riendas vegetales
y la sombra sucede poblada de cigarras.
Sólo sucede el odio escrutando excrementos de las bestias piafantes
escrutando vestigios de la furia insolente con que el viento fustiga escarnece profana el vientre de la selva
en su estupro prolijo de coágulos urgentes de muslos sin cerrojos de piernas amarradas.
Sólo el hombre sucede encendiendo repudios.
Sólo el hombre que acecha con su piel de terrones con sus ojos furtivos con sus gestos descalzos.
Sólo el hombre que vaga los éxodos nutricios.
Sólo el hombre que huella su destino implacable de soles a destajo de lluvias inclementes de continuas distancias.
Sólo sucede el hombre
el hijo de la tierra
del pétalo insurrecto la libertad salvaje las lunas migratorias.
Sólo sucede el mundo del hombre guaranítico:
desvarío de pájaros verde sopor de saurios asamblea de insectos
fogatas tutelares estableciendo cercos al reino de las zarpas.
Sólo sucede el miedo tensando las urdimbres desnudas del presagio
los secos proyectiles malhiriendo impericias que ruedan hacia el útero más frío de la ausencia
expulsando a hurtadillas sus voces sibilantes sus sílabas agudas
sus punzantes sentencias de muertes necesarias.

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Música

Acerca de la autora

Acerca de la autora
Exconvento de los Siete Principes - Casa de la Cultura Oaxaqueña (México) 2004

Biobibliografía

Norma Segades Manias, Santa Fe, Argentina, 1945. Ha escrito *Más allá de las máscaras *El vuelo inhabitado *Mi voz a la deriva *Tiempo de duendes *El amor sin mordazas *Crónica de las huellas *Un muelle en la nostalgia *A espaldas del silencio *Desde otras voces *La memoria encendida * A solas con la sombra *Bitácora del viento *Historias para Tiago y *Pese a todo (CD) En 1999 la Fundación Reconocimiento, inspirada en la trayectoria de la Dra. Alicia Moreau de Justo, le otorgó diploma y medalla nombrándola Alicia por “su actitud de vida” y el Instituto Argentino de la Excelencia (IADE) le hizo entrega del Primer Premio Nacional a la Excelencia Humana por “su meritorio aporte a la cultura”. En el año 2005 fue nombrada Ciudadana Santafesina Destacada por el Honorable Concejo Municipal de la ciudad de Santa Fe “por su talentoso y valioso aporte al arte literario y periodismo cultural y por sus notables antecedentes como escritora en el ámbito local, nacional e internacional”. En 2007 el Poder Ejecutivo Municipal estimó oportuno "reconocer su labor literaria como relevante aporte a la cultura de la ciudad".